COMETAS EN EL CIELO [2]
Para mí América era un lugar donde enterrar mis recuerdos.
Para Baba, un lugar donde llorar los suyos.
“Tal vez sea injusto, pero a veces, lo que sucede en unos días,
incluso un único día, puede cambiar el curso de una vida”.
Se aproximaba el invierno, pero a mí me gustaba el invierno.
Me gustaba el invierno porque mientras los árboles se helaban
y el cielo cubría las calles, el hielo que había entre Baba y yo
se fundía poco a poco. Y la razón de que fuera así
eran las cometas. Baba y yo vivíamos en la misma casa
pero en distintas esferas. Las cometas eran la única intersección,
fina como el papel, entre ellas.
Para Baba, un lugar donde llorar los suyos.
“Tal vez sea injusto, pero a veces, lo que sucede en unos días,
incluso un único día, puede cambiar el curso de una vida”.
Se aproximaba el invierno, pero a mí me gustaba el invierno.
Me gustaba el invierno porque mientras los árboles se helaban
y el cielo cubría las calles, el hielo que había entre Baba y yo
se fundía poco a poco. Y la razón de que fuera así
eran las cometas. Baba y yo vivíamos en la misma casa
pero en distintas esferas. Las cometas eran la única intersección,
fina como el papel, entre ellas.
© Imagen: Cometas en cielo, Alicante, España - Galería Flickr danielgil50
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