viernes, 27 de enero de 2012

CON 4 LETRAS




CON 4 LETRAS

  Naciste en un momento que desconozco
pero que tú recuerdas bien:
tus estrellas,
tus pequeños vidrios iluminados
descubrieron cómo brillar -su luz-
en las noches en las que le imaginaste.
 

 Fue
el aceite de tu candil
alumbrando tus calles más frías,
el salto que superó tus abismos,
el pintor de tus sonrisas.
   Él
fue quien te enseñó tu piel erizada
y el deseo del mañana,
tu presente y tu futuro,
tu otro yo masculino.

  Así naciste
el día que le conociste,
cuando te ayudó a elevarte
donde ahora bailas
mientras te robaba la mirada,
esa misma que se te escapa
ahora que me hablas,
cuando pasas por cualquier lugar
-por cualquiera-
por donde te entregaste toda tuya.
   Y así te miro
como miras con esa mirada
intentando rescatar
algo de esos días
mientras me quedo frío
y sin alternativa
y giro la cabeza
para mirar hacia otro lado.

  Porque tú y yo sabemos
que aunque digan que el amor es infinito,
tú sabes que amaste entonces tanto
que al amor le pusiste nombre

-su nombre-,
y ya, nunca más,
lo conocerás en mayúsculas,
completamente,
con sus cuatro letras.


© Texto: Yiyi M. E, "Con 4 letras", 2012.
Imagen: Edvard Munch - Two people. The lonely ones. 

sábado, 14 de enero de 2012

EN EL ÚLTIMO CIGARRO




EN EL ÚLTIMO CIGARRO

En el último cigarro
se inspiran más que las tres últimas caladas
de un momento.

Aparecen una colección de boquillas
que secaron los labios,
y una ceniza deshecha,
restos de algo más
que el tabaco que se consume.
El cenicero
parece presentarse oscuro y gris
mientras el humo baila
por entre los flexos de un estudio
embriagando el ambiente
más que una botella de alcohol.
Nace una mirada, no triste,
sino apagada,
tan solo silente y muda,
que parece vencer al tiempo
en ese preciso instante
en el que el alma se estrecha
ciñéndose al pecho
como en un baile de enamorados,
como pidiendo un último respiro.

"6 leaves left,
6 feuilles avant la fin",
son quizás unas letras
demasiado serias,
tal vez desconsoladoras.
Si tan solo hubiera, ahora,
-piensa- 6 días;
6 días antes de que se acabara todo,
ahora que la luz
que penetra por las rendijas
de la ventana, trémulamente,
parece apagarse poco a poco.

Ahora
que parece que en el último cigarro
todo se acaba.


© Texto: Yiyi M. E, "En el último cigarro", enero 2012.

lunes, 9 de enero de 2012

UN ESPECTRO POR LA CALLE



UN ESPECTRO POR LA CALLE


   Él,
él marcha por la calle distraído,
sin mirar nada en particular,
como si estuviera perdido,
como sus ojos.
Sus cabellos largos y mal peinados
y su ropa llena de manchas,
le hacen parecer, si cabe,
aún más perdido;
aunque si se presta atención
se pueden percibir
ciertos cuidados con los detalles:
sus uñas limpias
y su barba bien recortada, su olor
con odor a jabón.

Pero él,
él marcha por la calle
como un fantasma, desapercibido,
sin que nadie le toque,
aunque tampoco nadie
se aparte de él.
Transcurre
como un ángel,
como alguien que no tiene necesidad
de tener una apariencia,
como si existiera más allá
de la presencia física,
como si ya hubiera vivido
y muerto,
como si volviera a la vida
de visita, pero esta vez para quedarse,
para vivir todo libre,
al fin una vida entera,
al fin una vida completa.

Porque él,
él marcha por la calle
como el último superviviente,
vive y flota,
mientras los demás
-y tal vez,
también nosotros-
solamente pasan.


© Texto: Yiyi M. E, "Un espectro por la calle", diciembre 2011.