LA ATENCIÓN DE MI PASEO
En el paseo de esta mañana
no han sido los chopos pelados
tan ridículamente majestuosos
los que se han llevado mi atención.
Tampoco los despertares del gorrión
ni el descenso del cielo a la tierra
en el reflejo de un charco.
Tan sólo ha sido ver
a una pareja corriendo
agarrados de la mano
con una sonrisa en la boca
tan felices y despreocupados
cual niños en un parque infantil.
Y el encuentro
de pie con una sonrisa en la boca,
en un giro de cabeza,
del rostro de un niño.
Inocente.
No crezcas niño le digo,
no crezcas.
no han sido los chopos pelados
tan ridículamente majestuosos
los que se han llevado mi atención.
Tampoco los despertares del gorrión
ni el descenso del cielo a la tierra
en el reflejo de un charco.
Tan sólo ha sido ver
a una pareja corriendo
agarrados de la mano
con una sonrisa en la boca
tan felices y despreocupados
cual niños en un parque infantil.
Y el encuentro
de pie con una sonrisa en la boca,
en un giro de cabeza,
del rostro de un niño.
Inocente.
No crezcas niño le digo,
no crezcas.
© Texto: Yiyi M. E, "La atención de mi paseo", enero 2011.
Imágenes: M.C. Escher "puddle", Niño, mirada en Kabul 20/11/2008. S. Sabawwon / EFE
Es bonito retomar la magia olvidada
ResponderEliminarde la dulce inocencia,ella nos hace libres
y nos llena de paz.
Precioso poema
Admirados saludos
Donde solíamos gritar
ResponderEliminardiez años antes de este ahora sin edad,
aún vive el monstruo y aún no hay paz.
Y en los bancos que escribimos
medio a oscuras, sin pensar,
todos los versos de "Heroes"
con las faltas de un chaval, aún están.
Y aún hoy, se escapa a mi control, problema y solución,
y es que el grito siempre acecha, es la respuesta.
Y aún hoy, sólo el grito y la ficción
consiguen apagar las luces de mi negra alerta.
Tengo un cuchillo y es de plástico
donde solía haber metal,
y el libro extraño que te echó de párvulos,
sus hojas tuve que incendiar.
Y en los hierros que separan
la caída más brutal
siguen las dos iniciales
que escribimos con compás, ahí están.
Vertical y transversal, soy grito y soy cristal,
justo el punto medio, el que tanto odiabas
cuando tú me repetías que té hundirá y me hundirá,
y solamente el grito nos servirá, decías "es fácil" y solías empezar.
Y es que el grito siempre vuelve y con nosotros morirá,
frío y breve como un verso, escrito en lengua animal.
_lofl_
Me gusta volver a la infancia, me gustan las mariposas en la barriga, me gusta el poema.
-muchacha desde un balcón-