domingo, 3 de julio de 2011

LAS MISMAS CALLES, PERO TAN DIFERENTES


LAS MISMAS CALLES, PERO TAN DIFERENTES

Las mismas calles pueden cambiar tanto de un día para otro
como las olas que vienen a parar a la orilla que has aprendido a amar
                                                                                [en este tiempo.
Todo puede parecer extraño cuando tienes tiempo, el que te faltaba,
al ver que no puedes gastarlo ahora como pensaste que todo sería.
Hubo un tiempo en el que el cielo parecía que siempre se abría,
como si los gobernaras. Todo era nuevo,
manchado con ese toque mágico de la sorpresa del día a día,
y en la alegría y en la tristeza corrían las sonrisas,
una veces melancólicas, otras llenas de vida.
Nunca se pidió nada a cambio, esa corriente era algo natural 

                                                                   [que te llenaba de vida.
Pero, por las mismas calles parece que todo cambia,
como si se transformasen en conocidos recuerdos perdidos 

                                                                   [de un tiempo ya vivido.
Cuando te observan parecen callarse, como si no tuvieran nada más
                                                                               [que contarte
que otras tantas calles que hayas visto antes.
Y por ellas corro y corro, a paso lento en un deseo por dejarlas atrás,
como para no permitirlas que estropeen una historia tan reciente.
Miedo. Tengo miedo de lo que en la ciudad se transforma, 

de lo que mi corazón grita a pálpitos desacompasados, 
sin encontrar el ritmo  que me marcaban por sus caminos.
Enmudecen las olas y ya no sé mirarlas como deben,
por las playas nocturnas mi alma sigue teniendo miedo.
Miedo de no saber descubrir qué es lo que viene de nuevo,
cuál es el siguiente paso, inevitable, que dejará huellas diferentes 

                                                                [tan llenas de misterio.
Una vez tuve un norte, una vez no pregunté por qué,
una vez aceptaba todo lo que llegaba.

Ahora, no sé si son las calles las mismas por las una vez anduve
o por las que fuimos descubriendo nuestras vidas
las que me dan la espalda y esconden la magia
para otro corazón nuevo emprendedor de historias.
Si tú, si ella, si nosotros, no estamos juntos,
no sé si esos paseos que tengo tan grabados, tuvieron sentido.
Si me embarga todo por estas calles,
si no quiero que lo que era alegría se pinte en el color oscuro,
casi gris, de la melancolía,
si la vida, si las calles, son las mismas,
pero tan diferentes.


© Texto: Yiyi M. E, "Las mismas calles, pero tan diferentes", julio 2011.
Imágenes: Chirico - Melancolie et mystere d'une rue, 1914

1 comentario:

  1. laberinto de ciudad3 de julio de 2011, 21:23

    Quizás las calles sigan siendo las mismas, pero tú has cambiado...

    Me encanta el poema :D transmite mucho...

    "Una vez tuve un norte, una vez no pregunté por qué "

    Besos

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